DICIEMBRE 2013
Para cerrar este año les brindamos este hermoso atardecer altiplanico,
con las inconfundibles siluetas de estos camélidos domésticos.
También les transcribimos aqui, del poeta Gregorio Reynolds,
un poema dedicado a estos nobles animales
La Llama
Inalterable, por la tierra avara
del altiplano, ostenta la mesura
de su indolente paso y apostura
la sobria compañera del aymara.
Parece, cuando lánguida se para
y mira la aridez de la llanura,
que en sus grandes pupilas la amargura
del erial horizonte se estancara.
Erguida la cerviz al sol que muere
y de hinojos oyendo el miserere
pavoroso del viento de la puna,
espera que en el ara de la nieve
el sacerdote inmaterial eleve
la eucarística forma de la luna